En Buenos Aires, en el barrio de La Boca, una fábrica de alfajores registra un interesante crecimiento

En la ciudad de Buenos Aires, concretamente en el barrio de La Boca, funciona la Cooperativa de Trabajo Bechamel, que se dedica principalmente a la fabricación de alfajores, entre otros productos. La entidad es presidida por Cristina Mangravide, de 73 años, quien explicó al periodismo el trabajo que realizan. Comenzó relatando que hace tres años que están fabricando alfajores, pero también agregaron la fabricación de remeras, bolsas de cartón serigrafiadas, llaveros y otras cosas.

Manifestó la dirigente que realizan «un trabajo colectivo sostenido en el tiempo, con el objetivo de llegar a exportar los alfajores que producimos. Los alfajores Boquita Dulce están en un punto estratégico para cualquier turista que visite Caminito, en La Boca. Nuestra cooperativa acerca las costumbres argentinas a los visitantes en Buenos Aires. Los trabajadores de Bechamel damos la oportunidad de que los turistas que visitan La Boca puedan llevarse un producto cooperativo. Los alfajores artesanales Boquita Dulce pueden disfrutarse a tan sólo unos metros del histórico paseo de Caminito y de La Bombonera».

Seguidamente, Mangravide comentó cómo comenzó esta actividad. “Nuestra fábrica de alfajores surgió como la remake de lo que iniciamos durante la crisis social y económica del 2001, cuando fundamos la cooperativa Los Pibes del Playón, la creamos junto a las madres de los chicos y adolescentes que venían a un merendero que tenía mi casa del barrio de La Boca”.

«Pero hace poco más de tres años, ingresó un grupo de jóvenes del partido político Nuevo Encuentro e hicieron mayoría; me expulsaron de mi propia construcción de casi 20 años”, se quejó la mujer. “En ese tiempo, cuando pasó todo esto, yo me sentía muy mal, pero recibí el apoyo de distintos espacios de la política, que me ayudaron para que vuelva a proyectar y siga luchando”, recordó.

Siguió relatando que así fue la historia que culminó “con la creación de la Cooperativa de Trabajo Bechamel, que presido hoy. Ahora somos catorce integrantes, formamos un consejo de administración y el Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES) nos otorgó la matricula. Hoy, Bechamel cuenta con diez socios y cuatro adherentes».

“Nuestro barrio, La Boca, es uno de los lugares más visitado por los turistas que vienen a la Ciudad de Buenos Aires, por eso elegimos hacer alfajores. Porque cada vez que una persona va de paseo a un lugar los compra para llevar de regalo a sus familiares y amigos”, agregó Cristina.

“Estamos trabajando mucho para que algún día nuestra cooperativa sea como las pequeñas fábricas de alfajores que están en distintas partes de la Costa Atlántica, en las que se puede ver — a través de los ventanales vidriados — el proceso de fabricación”. Y concluyó expresando que «nadie puede resistirse a comprar una caja de alfajores, después de haber visto toda la elaboración con el chocolate y el dulce de leche”.