SanCor Lácteos se encuentra al borde del precipicio: Su deuda actual supera los 400 millones de dólares

Escribe ROBERTO MOLINA

La situación financiera de SanCor Cooperativas Unidas Limitada continúa siendo complicada. Transcurren los años y la entidad con sede central en Sunchales no supera esas dificultades. La brillantez económica que mostraba hace algunas décadas, ha desaparecido. Alguna vez, fue una de las empresas lácteas más importantes del país. Hoy ya no lo es…

Frente a esta situación, solo cabe preguntarse si la entidad no ha encontrado todavía un dirigente con la suficiente capacidad como para reinstalarla en el sitial preponderante que ocupó alguna vez. Si una cooperativa — o una empresa privada — viene arrastrando resultados negativos, gran parte de ese problema es exclusiva responsabilidad de su cuerpo dirigencial. En SanCor CUL los presidentes pasan, pero los problemas se mantienen…

Afrontando una deuda global que supera los 400 millones de dólares, vuelve a peligrar la producción en las cinco plantas de la cooperativa y preocupa su futuro. Fuentes cercanas a la láctea aseguran que en las últimas semanas el nuevo consejo de administración intensificó la búsqueda de inversores privados, apuntando a un salvataje antes de la finalización del segundo semestre del corriente año.

SanCor llegó a procesar más de 3 millones de litros diarios pero luego, en medio de una crisis y posterior reestructuración, perdió relevancia. De 14 plantas industriales que tuvo, se quedó con seis. Una cerró definitivamente sus puertas a fin del año pasado. Durante 2024 llegó a procesar unos 500.000 litros diarios, con infinitas interrupciones por varios parates en las líneas productivas.

Las referencias indican que para SanCor, 2025 no comenzó en forma positiva, ya que las cinco plantas están trabajando al mínimo. «Los trabajadores hace siete años que vienen arrastrando complicaciones en el pago de los salarios. Las plantas están prácticamente paralizadas», dijo una fuente cercana del sector.

SanCor cuenta con la planta de Gálvez, en Santa Fe, encargada de madurar y procesar quesos, y La Carlota, en Córdoba, también dedicada a los quesos duros y de rallar. Ambas están trabajando al mínimo. Mientras que Devoto y Balnearia, en donde se fabrican quesos, mantecas y cremas, atraviesan una situación similar.

Por su parte, en Sunchales, la planta emblema de la cooperativa en donde produce leche también hay mal clima laboral. Allí suelen estar los mayores conflictos. De hecho, el año pasado la planta estuvo 10 meses sin producir.

«La cooperativa tiene un estrés financiero», reconocieron fuentes cercanas de SanCor. Los pagos que se habían pautado en agosto pasado no se están cumpliendo porque «no hay flujo en la caja», reconocieron. Esta situación generó mal clima entre el personal, que hoy trabaja al mínimo.

Actualmente, la entidad solidaria tiene seis unidades de negocios: cremas, dulce de leche, leches, fórmulas infantiles, mantecas y quesos. Esta última es la más importante, ya que concentra la mayor cantidad de productos y marcas de la cooperativa.

«Si en los próximos cuatro meses no se consiguen aportes privados el futuro de SanCor será complejo», reconoció una fuente cercana al órgano de conducción. En ese sentido las negociaciones con inversores se mantuvieron activas por lo menos en los últimos seis meses, pero ahora, por la urgencia, las intensificaron.

«Hay acercamientos con grupos nacionales e internacionales», explicaron desde la cooperativa. Los directivos consideran que en los próximos seis meses habrá propuestas de nuevos inversores.

En ese sentido, el actual presidente, Oscar Juan Sapino, que asumió en noviembre pasado, tiene un objetivo claro: conseguir inversores antes de mitad de año. Cuando se cayó el fideicomiso, los directivos de SanCor comenzaron a buscar opciones que saquen a la cooperativa de la crisis. 

Lo que hoy se sabe es que se está trabajando en diferentes opciones. Una de ellas es constituir sociedades independientes en cada planta. Otra opción es dividir las unidades de productos, es decir, por marca, con un socio diferente en cada una de ellas. Y otra de las opciones, es armar un nuevo fideicomiso, partiendo de cero.

Lo cierto es que SanCor atraviesa uno de sus momentos más dramáticos en términos de operatividad y presencia comercial. Bien puede afirmarse que otra vez está al borde del precipicio. Cerró el año con la paralización de su planta en Devoto, en la provincia de Córdoba, y en este primer tramo de 2025 no ha hecho más que reducir más y más su capacidad de procesamiento de leche.

Así, por estos días la cooperativa, que llegó a procesar hasta 4 millones de litros diarios en años anteriores a su crisis, hoy apenas si sostiene una marca del orden de los 200.000 litros.

¿Qué sucederá con SanCor en el futuro inmediato? Si no aparecen inversores, su desaparición es inminente. Ayuda estatal ya tuvo en años anteriores, pero las dificultades económicas subsisten…

El gran interrogante: ¿Es SanCor una empresa difícil de rescatar…? Por el momento, no hay respuesta.


 

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