La Confederación Argentina de Trabajadores Cooperativos Asociados (CONARCOOP) — una de las tres entidades de tercer grado que funcionan en el cooperativismo de nuestro país — celebró su décimo aniversario con un balance muy alentador para seguir poniendo el hombro en pos de fortalecer a la economía popular.
Corría el año 2015, cuando un grupo de trabajadores autogestionados crearon CONARCOOP ante la necesidad de acompañar al surgimiento de nuevas cooperativas y federaciones, que se constituyen y se desarrollan en todo el país.
En ese contexto, CONARCOOP surgió con la necesidad de representar a un cooperativismo de trabajo genuino, real y transformador. Pensando no solo en la constitución de una entidad, sino también en el futuro de los trabajadores autogestionados del sector.
Justamente, entre los objetivos primordiales, se encuentra la representación sectorial e institucional del trabajador autogestionado, como así también el fortalecimiento de las unidades productivas y federativas y de primer grado, como lo son las cooperativas. De esta forma, se busca seguir logrando más derechos para los trabajadores autogestionados, que no tienen relación de dependencia.
Cuando comenzó a funcionar, CONARCOOP contaba con nueve federaciones asociadas, que representaban alrededor de 10.000 trabajadores cooperativos. Hoy, son 18 las federaciones y más de 40.000 los asociados.
Además, se acompañó, mediante el fortalecimiento institucional, a la creación de nuevas entidades cooperativas, como es el caso de FERCOA, en La Rioja, o la Federación de Cuidadoras, a nivel nacional.
A lo largo de esa década de crecimiento, el proceso fue genuino y motivante. Entre los principales logros, cabe mencionar la obtención de un predio y construcción de una nueva sede en el barrio porteño de Barracas, el desarrollo de obras en todo el país, el aporte de fondos en apoyo a los sectores de base, la posibilidad de haber podido incidir en distintas legislaciones, la realización de acciones claras en el territorio y el logro de una gran representatividad en variados rubros.
En definitiva, CONARCOOP se instaló como un referente real del cooperativismo de trabajo. Incluso, ocupando lugares en poderes ejecutivos municipales y provinciales, como así también dentro del Instituto Nacional de Asociativismo y Economía Social (INAES).
EL FUTURO DE CONARCOOP
Como meta de corto plazo de la Confederación, se encuentra la de seguir expandiendo su red de miembros. De hecho, recientemente se incorporó la Federación de Tucumán, del Grupo de Cooperativas TUCMA, con el propósito de seguir federalizando y profundizando en las relaciones sectoriales. Eso también le permitió a CONARCOOP insertarse en el rubro tabacalero y empaparse de toda su idiosincrasia.
Actualmente, con la mirada a mediano plazo, se apunta a la terminación de un nuevo SUM en la sede de Barracas y de una planta de reciclado, en la localidad bonaerense de Laprida, que ya comenzaron a construirse.
Con el mismo entusiasmo que al principio, y como desafío principal, todo lo logrado en Argentina, ahora tiene que ser expandido al Cono Sur y al resto del mundo.