Desde Navarra, España, sostienen que «la empresa del futuro ya existe… y es cooperativa». Un artículo para leer

Publicamos a continuación un artículo difundido por el movimiento cooperativo de Navarra, España, con motivo de la celebración del Día Internacional del Cooperativismo.

El siguiente, es su texto completo:

«Si hay un lugar desde el que celebrar el cooperativismo, ese es Navarra. Esta ciudad representa con orgullo el corazón cooperativo de una sociedad que cree en la participación, la igualdad y el arraigo como motores de futuro

«Como cada primer sábado de julio, desde 1923, el mundo celebra el Día Internacional de las Cooperativas, una cita promovida por la Alianza Cooperativa Internacional y reconocida desde 1992 por la ONU para visibilizar el impacto global de este modelo empresarial.

«Bajo el lema de este año, «Las cooperativas construyen un mundo mejor», celebramos que más de mil millones de personas en el mundo ya son socias de una cooperativa, demostrando que otro modelo económico es posible… y ya está en marcha. Y si hay un lugar donde esta transformación cobra cuerpo y alma, es Navarra.

«Aquí, en esta tierra de historia y compromiso, el cooperativismo no es solo una forma de empresa: es una forma de entender la vida. De crear empleo, de redistribuir oportunidades, de garantizar que nadie se quede atrás.

«Somos una comunidad pequeña en tamaño, pero gigante en impacto cooperativo. Y es que Navarra crea seis veces más cooperativas de lo que le correspondería por población y lidera el crecimiento del cooperativismo a nivel estatal.

«Desde la Unión de Cooperativas Agroalimentarias de Navarra (UCAN) queremos destacar que el sector agroalimentario navarro no se entendería sin las cooperativas que agrupan a la mayoría de las y los agricultores y ganaderos de nuestra comunidad.

«Ellos y ellas son los propietarios de estas empresas, lo que hace que las cooperativas estén compuestas por personas diversas, con distintas trayectorias vitales y formas de pensar. La clave: trabajar unidas por lo que compartimos.

«Por eso, cuando hablamos de transformación, nos referimos a transformación económica -porque muchas pequeñas empresas agrarias y ganaderas son viables gracias a las cooperativas-, pero también a una transformación social: las cooperativas crean comunidad, empleo y compromiso con el territorio.

«En muchos pueblos son incluso la principal industria. Y también representan una transformación generacional, al facilitar el acceso de personas jóvenes -hombres y mujeres- a un sector que necesita relevo y futuro.

«Desde la Asociación de Empresas de Economía Social de Navarra (ANEL) subrayamos que el modelo cooperativo no solo está creciendo: se está renovando, rejuveneciendo y diversificando. En lo que va de 2025, el 64 % de las nuevas personas socias han sido mujeres, el 55 %, jóvenes, y más de un tercio, migrantes.

«Ocho de cada diez contratos son indefinidos. Y lo más importante: no hablamos de una moda, sino de una tendencia estructural. Navarra es ya referente nacional e internacional de un modelo empresarial que combina competitividad, estabilidad y justicia social.

«Porque las cooperativas sostienen empleos, fijan población, crean comunidad y regeneran el territorio. Porque las cooperativas no son solo empresas que funcionan: son empresas que transforman. Transforman pueblos y barrios, sectores y cadenas de valor. Y lo hacen desde dentro, con gobernanza democrática, con corresponsabilidad, con implicación real.

«Están presentes en todos los sectores económicos, también en industrias punteras y sectores altamente competitivos. Y su resiliencia está fuera de toda duda: siete de cada diez cooperativas navarras superan los cinco años de vida, muy por encima de la media estatal.

«Hoy, Navarra representa con orgullo el corazón cooperativo de una nueva sociedad. Una sociedad que exige modelos sostenibles, que quiere cuidar el planeta sin renunciar al progreso, que quiere empleo digno sin precariedad, que cree en la participación, la igualdad y el arraigo como motores de futuro.

«Porque si algo distingue a las cooperativas, además de su impacto económico y social, es su compromiso inquebrantable con el territorio. Las cooperativas no se deslocalizan. No buscan otras geografías, buscan otras soluciones. No especulan, arraigan. Son empresas que nacen aquí, crecen aquí y quieren seguir aquí, creando valor donde se genera.

«En un mundo incierto, donde muchas decisiones se toman lejos, las cooperativas navarras reivindican algo esencial: la capacidad de decidir desde lo cercano, desde lo común, desde lo compartido. Y esa es, probablemente, su mayor fortaleza.

«Y, por eso, no es casualidad que la Economía Social represente ya más del 12 % del PIB de Navarra. Porque este es un modelo a la medida de nuestra sociedad y nuestra gente. Si algo tenemos claro es que la empresa del futuro ya existe… y es cooperativa».