La Economía Social y Solidaria (ESS) ha tomado un papel principal y relevante dentro de las Naciones Unidas y otras organizaciones supranacionales, como la Comisión Europea, como herramienta para promover una economía más resiliente y saludable.
La Asamblea General de Naciones Unidas aprobó una resolución en abril de 2023, referida a la promoción de la economía social y solidaria para el desarrollo sostenible. En diciembre de 2024, la resolución fue ratificada, mostrando el compromiso de la organización con esta forma de entender la economía.
Dicha resolución también señala que los países miembro deben elaborar estadísticas nacionales propias para este sector para que pueda dar visibilidad a la ESS, que permita su medición y que muestre el verdadero impacto que puede tener sobre el resto de la economía, sobre la generación de empleo y otros factores. Pero, la realidad es que la ESS está totalmente invisibilizada en los sistemas de contabilidad nacional.
Es por ello que representantes de diez países comprometidos con los valores y la promoción de la ESS han firmado una carta conjunta en la que le piden a la Secretaría de Naciones Unidas, y concretamente a la División de Estadística, “la inclusión de un capítulo específico sobre economía social y solidaria en la próxima actualización del SCN-2008, en el que se establezcan los criterios-marco de perimetración de la economía social y solidaria”. Además, exigen la elaboración de un “Manual de Cuentas-Satélite de la economía social y solidaria”.
“Las empresas y entidades que integran este sector conforman un relato institucional del sistema económico con perfiles propios y diferenciados, inspirados en los valores y principios del cooperativismo histórico, formulados por la Alianza Cooperativa Internacional (ACI)”, puntualizan los firmantes.
En España, la carta ha sido firmada por la Ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, junto a ministros de Trabajo de Brasil, Portugal, Colombia, Costa Rica, Honduras o Uruguay, el presidente del Instituto Nacional de Asociatividad y Cooperativismo de Chile, la directora general Instituto Nacional de Economía Popular y Solidaria de Ecuador y la directora general del Instituto Nacional de la Economía Social de México. En total diez países “iberoamericanos especialmente comprometidos con la economía social y solidaria”, tal como señala el texto enviado a la ONU.