Manuel Simpson (foto) es desde hace unos días el nuevo presidente del Consejo de Administración de la Cooperativa Popular de Electricidad (CPE) de Santa Rosa (La Pampa) y desde ese lugar dejó en claro que la propuesta de Javier Milei para ser elegido presidente de la Nación “no es una opción” y se trata de “una propuesta inviable para el movimiento cooperativo”.
Las entidades solidarias pampeanas se manifestaron en contra de La Libertad Avanza de cara a la crucial elección del domingo. En ese marco, Simpson aclaró que no explicitaron que el voto deba ir al otro candidato, Sergio Massa, sino que se oponen a Milei y sus propuestas.
“En el movimiento cooperativo en general somos reticentes a los apoyos partidarios porque la representación es de una amplitud de los asociados. De todas formas la manifestación más que de apoyar a un candidato, va por rechazar a otro, porque uno puede estar más o menos de acuerdo con propuestas pero sin son dentro del marco de la democracia. La discusión siempre se va a dar con las herramientas democráticas cuando uno necesite plantear situaciones como lo hace el movimiento cooperativo en todos los gobiernos”, planteó el directivo cooperativista.
Y añadió: “Estamos hablando de dos modelos distintos, o en realidad de un modelo y de otra cosa que no tiene nada que ver con un sistema democrático, que de hecho en lo particular planteo que cuando te dicen ‘qué opción hay’, no, opciones no hay; hay una opción de modelo político y otra opción que no se si tienen algún tipo de denominación pero seguramente no tiene en consideración ni siquiera el cuidado de la salud de las personas porque hasta hablan de la venta de órganos”.
Respecto al sistema cooperativo, el titular de la CPE dijo que “por supuesto fue un debate interno con esta situación que uno plantea, la de no tomar posición, pero cómo manifestar el desacuerdo con una propuesta que no tiene absolutamente nada que ver, ya no digo solo con el cooperativismo sino desde la vida en sociedad. No sería una opción de menos malo o más malo. Una opción es estar dentro de los marcos de discusiones institucionales y otra no, ya no sé si es por malo o por inviable. Yo lo plantearía como algo inviable, por lo menos para el movimiento cooperativo con un sistema de este tipo que tiene totalmente ajena la economía social, a la consideración por las personas, la justicia y de la redistribución de los ingresos para las personas que menos tienen”.
Simpson, además, lamentó que “uno ve en los medios que se repite lo de las tarifas y creo que quizá no hay alguien que explique realmente el caos. Por eso hablo de inviabilidad de una situación de ese tipo, hablamos de una situación social caótica, porque la quita de subsidios ataca al corazón del desarrollo económico de un país. Las empresas subsisten con subsidios, las pymes, las personas que van a trabajar a esas empresas necesitan el subsidio para poder ir a trabajar. ¿Cuánto sería el salario de un empleado si tuviera que pagar diez veces el transporte público?, diez veces el precio de la energía, diez veces el gas, cómo la pyme vendería sus productos, a qué valores… Es toda una cadena, no estamos hablando de algo sencillo”.
El dirigente insistió en que el subsidio “es una inversión, no es un gasto, es un aumento salarial indirecto: pago el transporte público, pago la luz, pago la educación, me subsidian en algún tipo de institución con algún beneficio, la universidad incluso con las fotocopias, es un incremento salarial, como es el PAMI para los jubilados”.
En un análisis más amplio sobre la actual situación, Simpson afirmó que se vive “una época de un cambio radical y no sé si es por incapacidad o por una falta de preocupación, no solo de los partidos en general sino las instituciones. De alguna manera no estamos pudiendo llegar con las nuevas formas de comunicación. Me cuesta mucho entender, la verdad que es para un análisis sociológico».
Expresó seguidamente que «si esta etapa se supera creo que los partidos políticos en general, la clase política, se tiene que hacer un replanteo de qué errores se pueden haber cometido para que haya tanto descreimiento en la política, no solo en la partidaria que es la que está más presente, pero después vienen críticas a las políticas de las instituciones. Hoy se pone en tela de juicio la política de los clubes de barrio, que debe ser lo más puro que hay. Entonces llega un momento en que nada se diferencia, es todo lo mismo; y ese es un grave error, pero llegar a eso tiene que ver seguramente con sectores que no han hecho lo que tenían que hacer”.
“Las políticas basadas en la liberalización del mercado y el individualismo — prosiguió — llevarán a un Estado ausente, y pondrán en riesgo nuestras entidades, empobreciendo tanto a trabajadores como a asociados de las cooperativas”.
Por el contrario, “las políticas apuntadas hacia el mercado interno y al sostenimiento de fuentes de trabajo basadas en entidades solidarias, son la vía para un desarrollo inclusivo y sostenible sin dejar afuera a nadie”, concluyó el presidente de la CPE.