En Sunchales, provincia de Santa Fe, la cooperativa láctea SanCor viene soportando desde hace varios días un serio conflicto con el gremio ATILRA (Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina), que está complicando seriamente su normal funcionamiento.
Los directivos de la entidad solidaria manifiestan que el gremio está efectuando una fuerte presión porque persigue un claro objetivo: se quiere instalar en el Consejo de Administración de SanCor, con el propósito final de apropiarse de la cooperativa en algún momento.
Este conflicto ha originado la paralización de la producción de quesos –- el producto de mayor valor agregado de la cooperativa — en las plantas ubicadas en Balnearia y La Carlota. Las asambleas que en forma constante realiza el sindicato obstaculizan la recepción de leche y su industrialización. Sin duda, el gremio está complicando la situación para el logro del objetivo mencionado…
Desde la cooperativa sostienen que hay una presión desde ATILRA para que el consejo de administración de la cooperativa solicite a la AFIP dejar sin efecto las inhibiciones para poder avanzar con el fideicomiso, donde el gremio tendría un lugar en su directorio.
Sucede que para la conformación del fideicomiso, además de un aporte de 60 millones de dólares, que aún no está claro quién pondría los fondos, el requisito es que la AFIP, principal acreedora de la empresa láctea, deje sin efecto las inhibiciones que pesan sobre los establecimientos.
Si bien desde SanCor admiten tener algún atraso en la actualización salarial y en el pago de cargas sociales, la postura del gremio tendría como principal fundamento lograr la conformación de un fideicomiso que administraría, en principio, cuatro plantas de la cooperativa (La Carlota, San Guillermo, Balnearia y Gobernador Galvez), pero que dejaría afuera a otras dos: Sunchales y Devoto.