Cada vez hay más cooperativas conformadas íntegramente, o en su mayoría, por mujeres. La última matrícula que se entregó en Río Negro fue en Viedma, a Cuidar. Organizarse en grupo no es sencillo pero tampoco imposible. Los intereses, las necesidades, la complementación y el compromiso compartido son algunas de las claves para avanzar o quedar en el camino.
En los últimos años, en Río Negro se empezó a observar un fenómeno de crecimiento de cooperativas integradas en su mayoría por mujeres (desde el 51 al 100%). Las últimas dos en recibir sus matrículas fueron la cooperativa láctea Río Negro Ltda., integrada por 10 mujeres del Valle Medio, y Cuidar Ltda. de Viedma, con 11 integrantes del mismo género que se especializan en el cuidado de personas.
Uno de los antecedentes de la provincia es de 2013, cuando la cooperativa textil Nosotras Podemos recibió su matrícula en Río Colorado. Cootramet, de Bariloche, es una cooperativa de mujeres herreras que fabrican estructuras para puentes, cartelería y soportes para tanques de agua. En el Alto Valle, están las cooperativas Aromática del Alto Valle y Oro en Acción. Y en Ingeniero Jacobacci, Ayufin Mapu administra el Café La Trochita y ofrece guía de Turismo con el recorrido hacia Ojos de Agua.
FOMENTAR LA CAPACITACIÓN EN COOPERATIVISMO
La directora provincial de Cooperativas y Mutuales, Patricia Rodríguez Sábato, comentó que empezó a observar este crecimiento desde hace dos años, en el inicio de su gestión, y subrayó que trabajan «para fomentar la capacitación en cooperativismo, porque organizarse no es sencillo».
«Yo les digo que pueden crecer siempre y cuando estén convencidas del espíritu de lo que es una cooperativa, que todas son dueñas y que juntas pueden salir adelante», contó en una entrevista.
«Todo depende del espíritu y el sentir de la filosofía de la cooperativa. Porque si es una sola la que trabaja, que normalmente es la presidenta, no sirve. Tiene que haber compromiso de todas las personas», agregó para subrayar que «las cooperativas son empresas privadas».
«Vos no podés armar la cooperativa, tener la matrícula y el registro provincial que te permite exenciones impositivas -que es algo importante- y después ir a golpear la puerta al Estado. No es así como funciona una cooperativa. Cuando haces el acta fundacional tenés que tener en claro que es una empresa privada y el Estado no tiene la obligación de ayudarte», detalló.
En ese marco, señaló que la provincia de Río Negro ofrece capacitaciones y financiamientos para cooperativas exclusivamente formadas por mujeres a través del Crear y de la Secretaría de Cooperativas y Mutuales «porque nadie nació sabiendo lo que era un cooperativa».