La Cooperativa de Electricidad y Servicios Anexos de Zárate, cuyo Consejo de Administración es presidido por José Luis Mangini, presta servicios a más de 100.000 usuarios residenciales y a uno de los parques industriales más grandes del país, donde se fabrica la camioneta Toyota Hilux. En una entrevista periodística, el titular de la entidad solidaria analiza la potencialidad de la entidad que preside y del cooperativismo de servicios públicos.
La siguiente es una síntesis de la mencionada entrevista.
— Hablemos, en primer término, de la magnitud de su entidad. ¿Qué cantidad de asociados/usuarios tiene actualmente?
— La Cooperativa de Electricidad de Zárate presta servicios a más de 100 mil usuarios residenciales y a uno de los parques industriales más grandes del país, donde se fabrica la camioneta Toyota Hilux. También brindamos la conexión eléctrica y otros servicios en numerosos barrios populares.
— Su cooperativa firmó un acuerdo con el Renabap… ¿En qué consiste y qué alcance tiene?
— El convenio lo firmamos con Desarrollo Social de la Nación, a través del denominado Fondo de Integración Socio Urbana (FISU), que es un fideicomiso para financiar distintos proyectos enmarcados en la tipología de “obra temprana”. En Zárate, tenemos 120 mil habitantes y alrededor de 40 barrios populares. Recordemos que el Renabap considera barrios populares a aquellos de ocho familias o más sin títulos de propiedad o con dificultades para acceder a ellos y, en consecuencia, con dificultades para acceder a servicios básicos esenciales.
— ¿A que aspecto le presta especial atención hoy la cooperativa?
— En este momento nuestra cooperativa trabaja simultáneamente en 18 obras de inclusión eléctrica. Esto es, barrios que tenían conexiones precarias, peligrosas, ilegales, se reemplazan por líneas de media tensión, líneas de media tensión, bajadas, cajas térmicas, medidores con tarifa social. Abarcamos Los Pinos, 9 de julio, La Ponderosa, La Esperanza, Villa Negri, La Ilusión, Los Rosales, cada una de ellas con distintos grados de avance. Más de 3000 personas que estaban enganchadas hoy tienen conexiones regulares. Además, a través de esa conexión, acceden a la cooperativa y a todos los servicios que brinda. Hay varias cooperativas haciendo esto a nivel provincial. A nosotros nos enorgullece formar parte del lote inicial, ser pioneros.
— Es habitual que una cooperativa brinde el servicio eléctrico en un pueblo chico, pero no en una ciudad de 100 mil habitantes. ¿Cuál es el motivo por el cual se produce esta situación?
— Efectivamente, el cooperativismo es la estrategia habitual a la que se recurre para resolver una necesidad insatisfecha. La mayor parte de las cooperativas, como la nuestra, están radicadas en localidades menores a 10.000 habitantes en las provincias de Córdoba y Santa Fe. Pero Zárate no es un caso único, creo que somos siete las localidades mayores a 100.000 habitantes con servicio eléctrico cooperativo en toda la provincia de Buenos Aires.
— Debe suponerse que la conducción de una cooperativa eléctrica de esta envergadura constituye un gran desafío… ¿Es así realmente?
— El desafío es enorme, porque hay que brindar servicio a los usuarios domiciliarios, pero también al parque industrial, que es uno de los más grandes de la provincia y trabaja 24 por 7 los 365 días del año. Nosotros logramos abastecer al parque con calidad y sin interrupciones. Eso demuestra que las industrias confíaron en nosotros y no se equivocaron.
— ¿En qué percibe la diferencia el usuario cuando el servicio lo presta una cooperativa y no una empresa privada?
— La primera diferencia es que en esta cooperativa, los directivos, los ingenieros, empleados, obreros, todos sin excepción, vivimos en la ciudad de Zárate. Yo vivo en el mismo lugar hace 40 años. Entonces el primer beneficio es que nos ven la cara cada día, estamos obligados a rendir cuentas. Esta cercanía también genera respuesta inmediata. La atención es personalizada. Todos atendemos al socio y damos explicaciones. Todos, de uno y otro lado del mostrador, somos socios de la cooperativa… La gente nos reclama o nos felicita cara a cara, cuando llevas a los pibes a la escuela o cuando haces un asado en el club.
— ¿Cómo creen que están representadas políticamente las cooperativas?
— Primero, para poner en contexto, el cooperativismo eléctrico en particular, en nuestro país, está conformado por 600 cooperativas, repartidas en 14 provincias. De manera que tenemos representaciones distritales muy importantes y en algunos casos provinciales. A su vez, ninguna de estas cooperativas brinda solamente servicio eléctrico. La mayoría brinda telefonía, sepelios, gas, agua potable, internet, etc. Vamos detectando carencias o necesidades y construyendo la respuesta.
— ¿Cómo es la representación institucional de la cooperativa en los niveles provincial y nacional?
— Tenemos gran representación en el orden municipal porque el nivel que nos otorga las concesiones es el municipal, el concejo deliberante y el señor intendente. A nivel provincial, que es donde funcionan los organismos de control y se fijan tarifas, tenemos representación pero aún no es la que buscamos. Y, efectivamente, a nivel nacional estamos todavía lejos. A veces accedemos a organismos de segundo orden como secretarías o direcciones, pero muy por debajo de lo que nos correspondería por peso específico.
— ¿Tienen una mirada estratégica del país, además de necesidades y planteos sectoriales?
— Es cierto que tenemos necesidades puntuales, pero no por eso perdemos de vista la estrategia nacional del movimiento cooperativo en su conjunto. Las 600 cooperativas eléctricas cuentan con cuadros técnicos propios, que a su vez piensan estrategias de desarrollo para cada sector. El cooperativismo es una gran solución y tenemos la capacidad de llevarlo adelante. Nosotros no tenemos que generar ganancias para repartir dividendos entre accionistas, sino que reinvertimos todo, tenemos inversión continua y al estar afincados en la localidad tenemos costos menores y somos más competitivos. Tenemos una mirada estratégica de la economía social y aspiramos a ser escuchados.