La provincia de Cordoba anunció la apertura de una nueva etapa en lo que se refiere a su vinculación con las cooperativas y mutuales. El secretario de Desarrollo de Cooperativas y Mutuales de Córdoba, Domingo Benso, lo definió como el inicio de una etapa de consolidación, al puntualizar que «hay varios temas con los que estamos trabajando, uno tiene que ver con la energía que distribuyen las cooperativas».
El dirigente añadió que «Córdoba va a dar un fuerte apoyo a las energías alternativas, pero también estamos estudiando cómo hacer viables unas 14 o 15 cooperativas del norte que hoy no logran sustentarse por el alto costo de la electricidad y la extensión de sus redes. Allí analizamos subsidios específicos para garantizar su continuidad”.
Las cooperativas y mutuales cordobesas son actores imprescindibles de la vida provincial. Existen 204 entidades de energía eléctrica que, junto con las de agua y cloacas, abastecen a unos 900 mil habitantes en 350 localidades. El impacto productivo también es contundente: en General Cabrera, la cooperativa agroindustrial COTAGRO moviliza unos 500 millones de dólares anuales; en Devoto, 600 empleos dependen de emprendimientos cooperativos en un pueblo de apenas 7 mil habitantes, por mencionar algunos casos.
El alcance es transversal: servicios básicos, educación, cultura, deportes y salud. En muchos pueblos, las cooperativas cumplen funciones que complementan al Estado y garantizan derechos esenciales. Ese tejido es lo que el gobernador Llaryora busca fortalecer mediante la creación de municipios cooperativos.
Según explicó Benso, «para el gobernador Llaryora y para el ministro Gustavo Brandán, el trabajo en conjunto entre el municipio y la cooperativa es fundamental. Él habla de obras de ‘última milla’, tales como internet, gas, cloacas, cordón cuneta. Entiende que esas tareas se hacen mejor si el municipio facilita y las cooperativas ejecutan, porque lo hacen más barato, con eficiencia y con cercanía al vecino”.
Lejos de perseguirlas, Córdoba apuesta a las cooperativas y mutuales con transparencia. El gobierno provincial también avanza en programas concretos de apoyo financiero. “Tenemos como propuesta entregar un fondo no reintegrable para proyectos que cada cooperativa presente. Ya llevamos más de 200 aprobados y este año completaremos unos 300, con montos de 10 a 50 millones de pesos para compra de máquinas, medidores o expansión de internet con fibra óptica”, detalló Benso.
Al mismo tiempo, la gestión hace eje en la transparencia y la institucionalidad: “Desde nuestro gobierno discrepamos totalmente con la postura del Ejecutivo nacional, que casi persiguió a las cooperativas de trabajo. Córdoba hizo lo contrario: creó un ministerio y exige balances al día y asambleas. Apostamos a entidades transparentes y democráticas, porque allí está la legitimidad del movimiento”, remarcó Benso.
Córdoba, de la mano del cooperativismo, se puede convertir en referencia global. La estrategia cordobesa no pasa desapercibida en el plano nacional ni internacional. El acuerdo del 27 de agosto no fue un mero acto protocolar, sino un pacto con proyección global: la ACI, que representa a más de 1.200 millones de cooperativistas en el mundo, estuvo presente y comprometida con acompañar el proceso.
Benso sintetizó el horizonte de esta política de la siguiente manera: “Nuestra provincia creó el primer ministerio de cooperativas y mutuales de la Argentina porque cree profundamente en el rol del sector. Cooperativas de servicios públicos, agrícolas y de trabajo cumplen un papel central en los grandes centros urbanos y en el interior. Esa es la visión que hoy ponemos en valor y proyectamos como ejemplo de desarrollo sostenible”.
Desde el gobierno cordobés se muestra un rumbo claro: integrar al movimiento cooperativo y mutual a la estrategia provincial de desarrollo. Si los compromisos asumidos se convierten en políticas efectivas, Córdoba puede convertirse en referencia regional y global sobre cómo el Estado y la economía solidaria, trabajando juntos, garantizan servicios, empleo y cohesión social.