Referentes de cooperativas, mutuales y asociaciones de todo el país se reunieron en el teatro de la Asociación de Empleados de Comercio de Rosario, en el marco del “Encuentro en defensa del alimento argentino”. El evento contó con la presencia de productores, quienes analizaron las políticas que Argentina necesita para consolidar la soberanía alimentaria, al tiempo que pusieron sobre la mesa las necesidades y estrategias que cada organización presenta en tiempos económicos difíciles y tejieron redes de trabajo conjunto.
Minutos antes de que el evento comience, el referente en mutualismo y cooperativismo, Nahum Mirad, destacó: “Cuando uno piensa en el alimento, no solo piensa en el producto, sino en quiénes producen y consumen en las distintas regiones del país. Este encuentro tiene que ver con la defensa de la producción local y con la organización cooperativa, sindical y mutual”.
En relación a las dificultades que actualmente afrontan las cooperativas, enumeró: “Un gran problema es la pérdida brutal del poder adquisitivo de los trabajadores, el aumento de la pobreza, la indigencia y la desocupación. Eso hace que esté cayendo en picada el consumo y el acceso a alimentos esenciales como lácteos y carnes. Encontrar estrategias vinculadas al asociativismo, cooperativismo y mutualismo es una forma de tener acceso a aquello que, por dificultades económicas, es inalcanzable”.
“También tenemos un enorme problema con el perfil exportador de la producción de alimentos. Ante la falta de dólares, y como somos un país endeudado, los gobiernos miran como parte indispensable de las distintas cadenas de valor la exportación y eso a veces colisiona con la producción de alimentos para nuestro país. Hay economías regionales que se convierten a la exportación y nos estamos quedando sin soberanía alimentaria”, completó.
Las cooperativas y mutuales también afrontan una situación difícil en lo que respecta a acceso a créditos bancarios, los cuales se orientan cada vez más al consumo, en detrimento de la producción. Al ser consultado sobre la predisposición de Nación y las provincias para trabajar en políticas que aborden estas situaciones, Mirad contempló: “En general, los gobiernos resuelven problemas. Es responsabilidad de las organizaciones construir agendas de desarrollo a largo plazo y sentarse con las autoridades para que avancen. Parte de este encuentro tiene que ver con eso”.
Por su parte, el secretario de la Cooperativa de Productores de Hongos Comestibles “Aldea” Limitada (Cophal) y presidente de la cooperativa Fungican, Ignacio Tirelli, remarcó que «la democratización del acceso a alimentos no solo tiene que ver con los precios, sino que también se trata de fortalecer las producciones regionales, porque eso hace a la soberanía alimentaria”.
“No por comprar barato estamos fortaleciendo la soberanía alimentaria. La soberanía alimentaria no es solamente el precio, sino que es formación, capacitación, producción, el conocimiento que nos lleva a producir productos de calidad, sanos y accesibles”, expresó Tirelli.
El presidente de Cophal advirtió también que la soberanía alimentaria está en juego cada vez que una gran empresa compra a otras más pequeñas, concentrando el mercado. Al ser preguntado sobre cómo hacen las cooperativas para enfrentar a los monopolios, reflexionó: “Hay un montón de ejes dentro de esta gran cadena de valor. No solamente está el productor, está el que transforma, el que transporta, el que comercializa o distribuye y el que accede a ese producto. Para poder enfrentar esa concentración, no queda otra que unirnos”.
Además, Tirelli puso en discusión otro eje, que es el de la salud: “Hay que pensar si el alimento al que accede el consumidor es sano, si nos alimenta, porque pretendemos también discutir, dentro de lo que es la soberanía alimentaria, la salud. Si no, ¿cuál es el objetivo final de producir alimentos? Eso también está en disputa con las grandes empresas, porque pretenden venderte algo que no es”.
Las dos cooperativas que integra Tirelli producen, principalmente, hongos frescos y secos. Las mismas tienen sus plantas en las localidades bonaerenses de Moreno, Mercedes y Pilar.
Por su parte, el directivo de la Sociedad Cosmopolita de Socorros Mutuos Devoto, ubicada en la localidad cordobesa homónima, Agustín Benso, observó: “Los objetivos de este encuentro son lograr la soberanía alimentaria en la región, es decir, la unión entre el productor y las entidades de la economía social para lograr un mejor precio y que la gente tenga el alimento de una forma más accesible”.
“La soberanía alimentaria es no depender de las grandes cadenas e intermediarios que encarecen los alimentos, es que la familia pueda acceder a la comida a un precio justo”, añadió.
En tanto, la secretaria de la cooperativa rosarina Mil Hojas, Marianela Sangria, detalló: “El objetivo de este encuentro es que las mutuales y cooperativas podamos unirnos, apoyarnos y vendernos nuestros productos para seguir agregándole valor”.
“Nuestra idea es unirnos para poder hacer productos económicos, para que el consumidor pueda tenerlos en su casa”, aseguró la integrante de esta fábrica rosarina que desde hace veinticuatro años produce pastas y discos de tartas y empanadas, entre otros productos.
Por su parte, la presidenta de la cooperativa Arraigo, Angelina Kuchen, dijo: “Somos una cooperativa de Villa Constitución que fracciona alimentos orgánicos y agroecológicos. Es muy importante conocernos con otras organizaciones que también tienen el compromiso de llevarle a población alimentos saludables y a precios justos”.
Para reflejar el trabajo mancomunado que vienen desarrollando, Kuchen comentó que este año Arraigo licitó el kiosco de una escuela de Villa Constitución, donde venden productos elaborados por cooperativas de todo el país.
A su turno, el representante de la cooperativa La Nueva Argentina, Luciano Lobo, sostuvo: “Esto tiene un valor inigualable. El objetivo es que los alimentos tengan menor costo para que la gente pueda acceder a ellos”.
Por último, la integrante de la Cooperativa de Trabajo de Productores de Churqui Cañada, Victoria Moncada, comentó: “Somos una cooperativa que está ubicada en el norte de Córdoba y producimos forraje verde hidropónico. Este proyecto pretende que la población genere alimentos para sus propios animales, que a la vez son nuestro alimento. Eso es la soberanía alimentaria”.
“El pueblo tiene treinta y cuatro habitantes. Trabajamos para que estas poblaciones no mueran, dándoles fuentes de trabajo”, concluyó la dirigente.