«Tenemos la medida lista para los primeros días de setiembre». Así anunció el secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, la inminente decisión oficial de poner fin a las retenciones al vino. La decisión fue celebrada por la Asociación de Cooperativas Vitivinícolas (ACOVI), cuyo presidente, Fabián Ruggeri, señaló que «las retenciones que teníamos nosotros eran del 4,5 por ciento, por lo que esta medida fue ampliamente buscada y solicitada desde hacía muchísimos años».
Se trata de uno de los reclamos hechos por un sector fuertemente golpeado por la sequía. Alertaron que se debe corregir el valor del dólar y que haya mejores convenios de comercialización con otros países. Sobre el particular, el presidente de ACOVI, Fabián Ruggeri, explicó que «es una medida que, si bien no tiene un impacto absolutamente gigantesco en la vitivinicultura, es un aliciente y mejora un poco la competitividad para poder exportar. De manera que estamos contentos porque se sacaron las retenciones». Pero el dirigente aclaró que «todavía hay otros dos factores que necesitamos corregir».
Añadió que esperan «poder seguir trabajando con el Gobierno, por un lado, sobre el valor del dólar, que es sumamente bajo y la verdad que nos prohíbe ser competitivos en muchas de las gamas de vino – salvos los más caros-, y por otro lado, los impuestos de importación o aranceles de importación que se pagan en otros países».
Es que existen acuerdos de aranceles con los países a los que Argentina exporta sus productos. Desde ACOVI explicaron que en el caso del vino, «en la mayoría de los países no hay convenios de comercialización recíproca, por lo cual nosotros ingresamos nuestros vinos con un arancel que está normalmente entre el 10 y el 35 por ciento del valor de la venta de facturado. Y eso vuelve a dejarnos fuera de competitividad con respecto a otros que tienen mejores acuerdos, como pueden ser nuestros vecinos chilenos o Australia o Sudáfrica«.
Por último, el cooperativista vitivinícola graficó que toda la producción también debe organizar su producción en función de los impuestos de importación que tiene Argentina, ya que hay insumos que se usan en las botellas que vienen de afuera. «Los corchos, las cápsulas o los materiales del vidrio, tuvieron el aumento al 7,5% de los impuestos de importación, por lo cual también nos perjudica», precisó.