«La Rendición de Cuentas a estudio del Parlamento confirma que la vivienda no es una prioridad para el gobierno». Así lo manifiesta la Federación de Cooperativas de Vivienda (Fecovi) en una declaración en la que exhorta a todo el sistema político a corregir esta situación. La entidad recordó que «la Rendición reviste especial trascendencia ya que es la última con posibilidades de incrementar el gasto, por lo que implica un impacto directo para 2023, 24 y 25».
Analizando el proyecto sostiene que este “confirma que la vivienda no es una prioridad presupuestal”, razón por la que habrá “un manifiesto incumplimiento con la promesa de 50 mil viviendas y la anunciada inversión histórica en la materia”.
«POSTERGACIÓN DE LA CLASE TRABAJADORA»
Para Fecovi, la falta de recursos para la vivienda cooperativa, el aumento de las exoneraciones tributarias al capital privado “mientras el sistema cooperativo sigue siendo injustamente gravado con IVA, son claras opciones ideológicas orientadas a favorecer al capital a costillas del esfuerzo y postergación de la clase trabajadora”.
En este marco Fecovi recuerda que el Fondo Nacional de Vivienda “tiene como uno de sus principales componentes el aporte de rentas generales ajustado por índice medio de salarios, fórmula que se arrastra desde la reforma tributaria y que resulta altamente inconveniente e insuficiente”. No obstante, la entidad afirma que “esa partida que implica una obligación legal mínima, puede ser incrementada por decisión política, y eso implicaría un verdadero refuerzo presupuestal para la vivienda social, lo que en este caso no ocurre”.
“Por el contrario, las aperturas presupuestales previstas para el Fondo tienen como previsión un crédito 6 mil millones de pesos, esto es mil quinientos millones menos de lo necesario para igualar al año anterior”, sostiene.
LUCES AMARILLAS PARA LOS PRÓXIMOS AÑOS
Más adelante indica que “a estas fuertes luces amarillas que se encienden para los próximos años, debemos agregarle la preocupación de un 2022 donde la ejecución estuvo un 2% por debajo que el último año de la administración anterior”. La Rendición de Cuentas, afirma, “pretende maquillar los números en el área programática Vivienda, hablando de una ejecución de unos 370 millones de dólares.
Sin embargo, esta ejecución tiene una suerte de “trampa técnica” que consiste en presentar como ejecutados fondos que aparecen como volcados al programa pero que efectivamente no se gastaron. Concretamente se trata de dinero cargado al programa “Avanzar” pero que no está gastado, es decir las viviendas no están, no hay un ladrillo, no hay nada”.
Dentro de los recursos escasos, agrega, el programa Avanzar “es el que sale más favorecido, pese a que es el que tiene menos ejecución”. Es así que “mientras uno se lleva mucho y no presenta aún nada, el programa cooperativas, que constituye la política más sólida y eficiente en materia de vivienda de los últimos 50 años, tiene respecto a 2021 una ejecución de apenas un 5% más, pero si lo comparamos con el año 2019 es de un 9% menos. Aun comparando esta ejecución con la del tercer año del gobierno anterior, las cooperativas de viviendas pierden un 6%”.
MONOAMBIENTES A PRECIO DE TRES DORMITORIOS
Cuestiona también a la llamada “vivienda promovida” a la que considera “una mala ley que viene del gobierno anterior y que este gobierno empeoró aún más, habilitando, entre otras cosas, los indignos monoambientes que se terminan comercializando a precios de apartamentos de tres dormitorios”. Sostiene que «el dinero que el Estado vuelca a los privados para estas construcciones, representa un 35% del presupuesto ejecutado en el Fondo Nacional de Vivienda, que atiende a la verdadera vivienda social, entre ellas, y fundamentalmente, las cooperativas».
Finalmente, Fecovi declara que “esta situación es inadmisible desde el punto de vista del cooperativismo de vivienda, de la vivienda social y de la vivienda como derecho humano y constitucional, por lo que exhorta a todo el sistema político a corregir esta situación”.