Escribe ROBERTO MOLINA
Desde hace varias décadas se viene reiterando la historia de pretender incorporar a mutuales y cooperativas en el contexto del Impuesto a las Ganancias. La Espada de Damocles volvió a aparecer en el universo de estas entidades de la economía social. En gobiernos anteriores hubo muchos intentos y los dirigentes de ambas organizaciones debieron realizar innumerables gestiones y diligencias para evitar que eso se concretara.
Y la no aplicación de ese impuesto, siempre se logró a través de las gestiones realizadas por los dirigentes del sector en el Congreso de la Nación. Pero en esta oportunidad, se produjo la situación inversa. Desde el palacio legislativo nacional surgió la iniciativa de pretender aplicarles Ganancias a las mutuales y cooperativas.
¿Quién fue el legislador que motorizó esa iniciativa? Nada más y nada menos que el diputado José Luis Espert, un hombre de extrema confianza del presidente de la Nación. El hecho de que sea hombre de confianza de Javier Milei no significa nada. Los diputados y senadores en muchas ocasiones presentan proyectos que saben anticipadamente que no van a ser aprobados. Esto es una práctica habitual que solo apunta a que los legisladores puedan justificar la escasa tarea que desarrollan en el Congreso.
Finalmente, lo cierto, lo concreto, es que ese proyecto quedó definitivamente abortado. Por lo menos, con este gobierno… La Espada de Damocles siempre estará amenazante para caer sobre las espaldas de las mutuales y cooperativas en futuros gobiernos. Siempre habrá legisladores que no comprenden la verdadera esencia de las instituciones de la economía social.