Santa Fe: La historia del lavadero «Manos Libres»: Sus integrantes crearon una cooperativa de trabajo en la cárcel

Un grupo de mujeres que atravesó un proceso de privación de la libertad en la Unidad Penitenciaria N.º 4 de la provincia de Santa Fe decidió transformar su futuro a partir del trabajo. En 2020, impulsadas por el equipo de reinserción social, comenzaron a gestar la idea de crear un lavadero que les permitiera, una vez recuperada la libertad, sostenerse económicamente.

Así nació la cooperativa Manos Libres, que hoy funciona en calle Urquiza 3186 y cuenta con una matrícula nacional y provincial. Hoy compiten en el mercado y generan empleo. El camino no fue sencillo. Comenzaron ocho socias fundadoras y con el acompañamiento de la Universidad Nacional del Litoral, contadores y referentes del asociativismo, lograron constituirse legalmente, sortear trámites impositivos y obtener el equipamiento inicial gracias a un capital de 200 mil pesos.

Con el tiempo, sumaron maquinaria industrial y una cartera de clientes que incluye particulares, comercios, clubes y empresas. En sus inicios, la cooperativa se conformó dentro del penal con talleres y capacitaciones sobre cooperativismo, dictados por profesionales de distintas áreas. El objetivo: comprender que cada integrante es socia y dueña, con derechos, pero también con obligaciones.

“Nosotras competimos en el mercado como cualquier empresa: pagamos alquiler, servicios y nos sostenemos con nuestro trabajo”, explicó Sandra Valdés, presidenta de la Cooperativa de Trabajo Manos Libres.