Desde la Federación de Cooperativas Eléctricas de Córdoba destacan la necesidad de ejecutar un plan de auditoría integral y avanzar en la transformación del modelo eléctrico. Una vez más, la Federación de Cooperativas Eléctricas y de Obras y Servicios Públicos de la Provincia de Córdoba (Fecescor) advierte sobre la situación que atraviesa el sector y asegura que «a la pandemia por coronavirus, el congelamiento tarifario y el atraso en el pago de los usuarios se le suma el impacto mundial de la guerra entre Rusia y Ucrania».
En ese sentido, el presidente de la entidad, Luis Castillo (foto), admite que una correcta reorganización y una planificación más profunda pueden ser la salida para adaptarse y seguir adelante. “Cuando creíamos que la crisis sanitaria que nos azotó durante más de dos años dejaba lugar a la tan ansiada reactivación económica, ocurrió nuevamente algo que no estaba en los planes de nadie. Un viejo problema geopolítico no resuelto dio lugar al peor de los escenarios que puede vivir la humanidad, una guerra que expone a cada momento la barbarie humana”, dice el dirigente.
«SE ACELERA EL PROBLEMA INFLACIONARIO»
Para Castillo, ese escenario, más allá de las implicancias para la región en términos de política internacional, no es ajeno a Argentina en materia económica. “Las medidas y sanciones aplicadas por diferentes países hacen cambiar radicalmente los precios de los commodities, acelerando el problema inflacionario que nos aqueja desde hace muchos años”, señala.
«A eso se suma — añade el dirigente cordobés — la firma del convenio con el Fondo Monetario Internacional (FMI), lo que implica según todos los comunicados al respecto, incluso los emanados desde el propio Gobierno nacional, la desactivación, al menos en parte, de la política de subsidios a los distintos servicios para morigerar el déficit fiscal y poder cumplir con las metas acordadas».
Castillo aclara que en términos reales este panorama representa un significativo aumento en la tarifa eléctrica para los usuarios, aunque no implica un incremento directo en los ingresos de las distribuidoras, quienes seguramente notarán un impacto en la suba de sus costos de prestación con ingresos mucho menores como consecuencia de una caída en los consumos, el incremento de la morosidad y la migración de muchos usuarios a los sistemas de autogeneración.
«NO TRASLADAR AL USUARIO NINGUNA INEFICIENCIA»
“Por ese motivo, y para dar paso a los nuevos paradigmas en materia energética, debemos hacer un análisis minucioso de nuestros costos a fin de no trasladar a los usuarios ninguna ineficiencia que se pueda producir durante nuestra gestión en la distribución de la energía eléctrica”, subraya el presidente de Fecescor.
Pero para eso, reconoce el dirigente, resulta indispensable comenzar con la ejecución del plan de auditoría integral, que permita saber cuál es el verdadero costo de prestación segura. También se vuelve imperioso avanzar conjuntamente con las autoridades en la transformación del modelo eléctrico, tal como se hizo en muchos lugares del mundo, para conocer los costos del sostenimiento de la estructura de las distribuidoras y consecuentemente continuar hacia un modelo basado en el cargo por potencia. Eso permitirá la desenergización del valor de distribución, situación que coloca en igualdad de condiciones a todos los usuarios, independientemente de su condición de prosumidores o no.
Según Castillo, un nuevo modelo eléctrico impulsaría la creación de parques comunitarios, donde los usuarios se conviertan en propietarios de una cuota parte del mismo, pudiendo acceder a una mayor potencia instalada con la misma erogación monetaria que si lo hicieran en forma particular, además de desligarse de otros problemas como la instalación, la habilitación y el mantenimiento.
«QUE EL ASOCIADO SEA BENEFICIARIO DE NUESTRO ACCIONAR»
“Esta situación nos pone de cara a un nuevo desafío, el cual deberemos enfrentar enarbolando una vez más nuestros principios rectores que nos han permitido sortear todos los obstáculos que se nos fueron presentando a lo largo de la historia de las cooperativas de servicios públicos. Y eso no es ni más ni menos que poner a la persona, al asociado, como beneficiario directo de nuestro accionar”, remarca el dirigente.
En lo que respecta al cooperativismo, el titular de la entidad también indica la necesidad de adicionar al accionar cuotas extras de esos principios, apelando a recuperar ese compromiso y sentido de pertenencia de los usuarios, quienes fueron siempre los pilares de una organización que nació como respuesta a la necesidad puntual de un servicio y que con el tiempo se convirtió en la mejor herramienta para solucionar los déficits en muchos servicios más, convirtiendo a las instituciones cooperativas en el motor de desarrollo de las comunidades.
«AVANZAR EN LA TRANSFORMACIÓN DEL MODELO ELÉCTRICO»
“Más allá de hacer frente a este nuevo desafío, deseamos fervientemente que se imponga la cordura de quienes tienen la responsabilidad de terminar con esta guerra que pone en riesgo a toda la humanidad, y que creíamos nunca más ocurriría”, finaliza.
“Debemos hacer un análisis minucioso de nuestros costos a fin de no trasladar a los usuarios ninguna ineficiencia que se pueda producir durante nuestra gestión en la distribución de la energía eléctrica. En ese marco, resulta indispensable comenzar con la ejecución del plan de auditoría integral, el cual nos permita saber el verdadero costo de prestación segura. También debemos avanzar conjuntamente con las autoridades en la transformación del modelo eléctrico», finalizó Luis Castillo, presidente de Fecescor.