Una cooperativa de productores, de la provincia de Chubut, encabeza el ranking de exportaciones de cerezas en Argentina. Se trata de la Cooperativa de Productores de Cerezas de Gaiman. Sus directivos informaron que en la última temporada, enviaron 1.200.000 kilos a Estados Unidos, la Unión Europea y China.
La producción de cerezas en Argentina está ganando cada vez más protagonismo en las exportaciones. Santa Cruz y Chubut son las dos provincias de la Patagonia donde se cosecha esta fruta que tiene como compradores principales a Estados Unidos, la Unión Europea y China. El negocio es tan importante que durante el 2022 los envíos a distintos destinos alcanzaron las 4.278 toneladas, de los cuales la mayoría salieron de una cooperativa de productores.
Se trata de la Cooperativa de Productores de Cerezas de Gaiman, en Chubut, que «nació en 2001, como una actividad chica, siempre dedicada a la producción de esta fruta. Y con los años se fueron incorporando nuevos productores (hoy 12 en total) con chacras que van desde 28 de Julio, pasando por Dolavon, Gaiman y hasta Trelew«, explicó Nelson Castro, miembro de la entidad patagónica.
«Siempre nos enfocamos en la exportación, y hace varios años ya estábamos entre los tres primeros de Argentina. Pero este año podemos decir que estamos en el primer puesto en exportadores de cerezas del país, con 1.200.000 kilos«, dijo el productor, dejando en evidencia que de todo el 2022, el 30 por ciento salió de la Cooperativa de Cerezas de Gaiman. El resto, se lo repartieron entre la decena de empresas dedicadas a la fruta que pertenece a la familia de las rosáceas, del género prunus.
Consultado por quiénes son los principales clientes de la cooperativa, Castro contó: «De total producido, el 70 por ciento es comprado en Estados Unidos, un 20 por ciento por Italia y España, y el 10 porciento restante en el mercado asiático«. Estos lazos presentan el desafío de seguir invirtiendo en un mercado que tiene a Chile como principal exportador, y Argentina puede disputar ese rol.
«El vínculo con nuestros clientes estadounidenses nos permitió acceder a un financiamiento para comprar una máquina nueva, que costó USD 2.300.000, lo que nos va a permitir duplicar la producción de acá a cinco años», dijo Castro. Con esta tecnología, la producción pasará de 2,5 a 7 toneladas por hora.
Por último, el cooperativista cerezero contó que, a diferencia de lo que ocurre con otros productores frutihortícolas, «la sequía no afectó por el momento«, aunque avisó: «sí miramos con atención las heladas de primavera, que pueden dañarnos. Para eso tenemos un sistema de defensa desarrollado, que consiste en riego por aspersión, donde se tira agua a las plantas para defenderlas del frío».